Llegamos a Educación Primaria, cuando parece que los niños y niñas, simplemente por cambiar de etapa, ya no tienen derecho a jugar, pensar o escuchar cuentos. A mi opinión es un cambio muy brusco el que la ley plantea, de todos modos debemos hacer lo posible porque los alumnos y alumnas se adapten de la mejor forma posible.
Algunas ideas claves que me han generado interés en en el desarrollo de los niños y niñas de la tercera infancia son las siguientes:
- Mejora la fortaleza y las habilidades atléticas, por lo que especialmente en esta etapa se debería fomentar el ejercicio físico. Sin embargo, nos encontramos con el obstáculo legislativo de nuevo; cada vez se reducen horas de Educación Física para dedicarlas a otras asignatura que se considera más importantes; como Matemáticas o Ciencias.
- Disminuye el egocentrismo y los niños comienzan a pensar de manera lógica, pero concreta; lo cual nos da la posibilidad de hacer multitud de experimentos científicos y aprender mediante la comprobación y el ensayo-error.
- Aumentan las habilidades de memoria y lenguaje, lo cual no significa que los niños y niñas a estas edades deban estudiarse conceptos y términos para "vomitarlos" en un examen.
- Algunos niños muestran necesidades y fortalezas educativas especiales. Los maestros y maestras debemos prestar toda nuestra atención para detectar posibles dificultades de aprendizaje en nuestro alumnado, para poder intervenir cuanto antes y poder ofrecerle medidas que le ayuden a aprender de forma equitativa a sus compañeros y compañeras.
- El autoconcepto se vuelve más complejo y afecta la autoestima. En los últimos años de esta etapa comienza la adolescencia, una complicada etapa llena de cambios bruscos cual montaña rusa, por lo que es muy importante cuidar el estado emocional de los niños y niñas para evitar posibles conflictos o enfermedades muy comunes en la adolescencia como depresión, anorexia, bullying, etc.
- Los compañeros o amigos asumen importancia central, es decir, los iguales son ahora el grupo social que más influencia tiene sobre los niños y niñas; lo cual es muy positivo pero en ocasiones se tiende a formar grupos tan cerrados que provocan la exclusión de algunos alumnos o alumnas, por tanto, hay que estar muy atentos.
Personalmente, creo que en Educación Primaria se pretende preparar al alumnado para Educación Secundaria; del mismo modo que en Infantil se les prepara para Primaria; pero no debería ser así. A los niños y niñas de esta etapa se les manda deberes como si no hubiera un mañana; además sobre contenidos que no están adaptados a su desarrollo cognitivo. Se les roba la infancia ya que no disponen de tiempo para jugar con sus iguales, con su familia; por no hablar del método de evaluación al que están expuestos. Desde mi punto de vista, los exámenes no evalúan todas las competencias que los alumnos pueden adquirir; sino que les genera estrés y una forma de estudiar bulímica. Debería ser el Estado quien realizara los cambios, pero ya que no lo hacen, debemos empezar nosotras, las futuras docentes.